En la obra no se encontró a ninguna personal la cual se hiciera responsable por los hechos ocurridos.
En las culturas mesoamericanas el desplante de cada templo iba acompañado de espeluznantes ceremonias, donde los cautivos eran enterrados vivos. Se creía que tan espantosa muerte atrapaba el alma en la estructura y la sostendría por la eternidad.
Pero incluso en obras más recientes en Ciudad de México como el Estadio Azteca existen leyendas urbanas que hablan de personas enterradas vivas, o que decir del hallazgo en Michoacán de cuerpos de niños presumiblemente enterrados vivos durante la construcción del puente en el siglo XIX.
Ciertamente es posible encontrar cadáveres en obras antiguas, y hay constructoras que aun creen en este tipo de practicas, he oído historias recientes en las que desaparecen indigentes alcohólicos, que los engañan les invitan el vicio para después enterrarlos en los cimientos de construcciones grandes como puentes.